La Escalera Infinita

¿Qué es La Escalera Infinita?

La escalera infinita es un concepto que refleja a la perfección un modo de vida muy extendido que está detrás de la infelicidad y la frustración de mucha gente que, aún haciendo lo que siempre le dijeron que había que hacer para ser feliz, siente que algo no encaja, que su vida no termina de satisfacerle. Lee este breve artículo y comprueba lo cerca que estamos todos de la felicidad. Te darás cuenta de que no hace falta hacer un cambio radical de vida para sentir sus efectos, solo necesitamos encontrar la dirección para dejar de dar palos de ciego.

¿Estamos dejando para mañana la oportunidad que tenemos de ser felices hoy?

Chica de espaldas. La escalera infinita

El relato de Roberto es solo uno de los muchos ejemplos en los que puede observarse un proceso que se repite y se repetirá indefinidamente si no nos hacemos conscientes de su existencia.

La escalera infinita es una metáfora de la vida. Tenemos una tendencia natural a pensar que alcanzaremos la felicidad con aquello que nos falta, lo que aquí se representa como el siguiente escalón. Esto puede ser un ascenso en el trabajo, encontrar pareja, estar más delgado, terminar la carrera, ganar más dinero, etc. Por lo que la felicidad siempre se promete en una situación distinta a la que estamos.

Corremos el riesgo de pasarnos la vida esperando esa situación idílica que nunca termina de llegar, porque en cuanto conseguimos aquello que pensábamos que iba a hacernos definitivamente felices aparece un nuevo objeto de deseo que vuelve a colocar nuestra felicidad en un futuro inexistente.

En ese proceso nos perdemos la vida mirando el siguiente escalón sin valorar ni darnos la oportunidad de disfrutar de aquello que ya tenemos en el escalón actual. Mejor o peor, es el único del que podemos disponer en cualquier momento dado de nuestra existencia.

Viñeta: el momento siempre es ahora. La escalera infinita

Esto no significa que uno no pueda tener aspiraciones en la vida, ni que ambicionar el siguiente peldaño sea algo negativo en sí mismo, lo verdaderamente importante es si tengo claros los motivos por los que tomé la decisión. Incluso, cabe preguntarse si he sido yo quien ha tomado la decisión o si mis acciones son el resultado de una serie de condicionantes sociales que me han ido orientando en esa dirección.

El reto no consiste en alcanzar una meta determinada, el verdadero reto que se nos plantea es saber identificar esa meta, esa que solo nos pertenece a nosotros.

Sea cual sea, debemos elegirla tras una profunda reflexión, un concienzudo trabajo de autoconocimiento e intentando que se mantenga lo menos contaminada posible por todo condicionante externo. Puede parecer un asunto baladí, pero hoy en día, esto es más difícil que nunca.

Por supuesto, para determinadas personas un escalón más o menos supone una diferencia capital: como el acceso a una alimentación básica o a un tratamiento médico vital, por poner un par de ejemplos. Pero para el resto, el destino debe ser el propio camino.

El mejor escalón de la escalera infinita es en el que estás ahora

Esto es así porque no existe otra realidad que la que vives en este momento. Esfuérzate por disfrutarla mientras decides cuáles van a ser tus siguientes pasos sin otorgar demasiado peso a las circunstancias externas. La mayoría de ellas, por cierto, están completamente fuera de tu control. Lamentarnos solo incrementará nuestro sufrimiento.

El budismo considera que el deseo (o ansia*) es la causa del sufrimiento. Los filósofos estoicos aseguran que es el enemigo de la satisfacción. El deseo irreflexivo de apartarnos de lo que no nos gusta o el de alcanzar lo que no se tiene provoca tensiones que nos impiden vivir en una calma mental necesaria para obtener un bienestar sólido y sostenido en el tiempo.

La persecución constante de objetivos poco meditados nos coloca en una escalera infinita que siempre nos promete la felicidad en el siguiente peldaño, independientemente de en cuál nos encontremos. Si conseguimos alcanzar el ansiado escalón superior, el ciclo comienza de nuevo, y mientras ambicionamos el siguiente nivel, nos vamos perdiendo lo que sucede en nuestra propia vida.

Puede que estés pensando que eso a ti no te pasa. Lo sé, «a mí tampoco».

«El mejor truco que inventó el diablo fue convencer al mundo de que no existía».

Charles Baudelaire

El gran negocio de la infelicidad

Rueda de deseo y frustración. La escalera Infinita
Rueda de deseo y frustración

Nos han hecho creer, muy hábilmente, que placer y felicidad son lo mismo, o que el placer conduce a la felicidad, pero esto no es cierto. El placer es temporal y adictivo, cada vez necesitaremos un «dosis» mayor de lo que sea —compras, sexo, reconocimiento, dinero, alcohol, etc.— para alcanzar el mismo grado de satisfacción —temporal—.

Lamentablemente pocos son los que eluden esta trampa. El resto estamos continuamente expuestos a una poderosísima maquinaria diseñada para valerse de nuestras vulnerabilidades —que son más de las que parece— y hacernos creer que necesitamos adquirir infinidad de productos y servicios que ni necesitamos ni tienen el menor efecto en nuestra felicidad, solo nos proporcionan un placer tan efímero como adictivo.

Ese placer no tarda mucho en diluirse tras la última adquisición, lo que nos impulsa a iniciar de nuevo la conducta que en el pasado activó los circuitos de recompensa liberando en nuestro encéfalo sustancias como la dopamina que producen un estado placentero que no tardaremos en querer volver a sentir.

Confundir el placer, que puede aportarnos la compra de un coche nuevo o cualquier otro bien material, con la verdadera felicidad nos conducirá irremediablemente a malgastar una desorbitada cantidad de tiempo y energía persiguiendo un espejismo que se diluye mucho antes de cumplir su promesa.

Pero ¿qué pasa con las aspiraciones personales?

Lo mismo sucede con los hitos inmateriales. Pensamos que cuando desaparezcan o se den determinadas circunstancias seremos felices: Cuando termine la carrera seré feliz. Cuando pierda peso seré feliz. Cuando cambie de ciudad seré feliz. Cuando encuentre pareja seré feliz. Cuando me asciendan en el trabajo seré feliz. Y un etcétera tan infinito como la escalera que nos ocupa.

Aprender a valorar de forma permanente las cosas realmente valiosas que ya hay en nuestra vida y dejar de perseguir la promesa de una vida mejor que nunca termina de llegar mientras hacemos acopio de superficialidades que nos quitan mucho más de lo que nos dan, nos permitirá invertir nuestro valioso e irremplazable tiempo de una forma mucho más sabia y satisfactoria.

 «Nunca es posible que coincidan felicidad y deseo de lo ausente. Pues la felicidad debe apartarse de todo lo que apetece y parecerse a alguien saciado. No ha de estar unida a la sed ni al hambre».

Epicteto. Disertaciones por Arriano.

Marcarse objetivos en la vida es algo fundamental para vivir con motivación y entusiasmo, pero a veces tenemos que dejar de caminar para asegurarnos de que vamos en la dirección correcta y otras veces, tan solo para disfrutar del paisaje. Aunque lo cierto es que ambas cosas son la misma.

Tampoco hay que perder de vista que la vida es impredecible, la mayoría de las cosas que suceden a nuestro alrededor están fuera de nuestro control. Tratar de controlar lo incontrolable solo nos generará sufrimiento y frustración. Y cuando las circunstancias nos arrebatan algo que dábamos por sentado, no hacemos sino recordar con anhelo aquello que teníamos y a lo que no dábamos mucha importancia por considerarlo «asegurado».

Precisamente, escribo estas líneas en un momento en el que abrazar a un ser querido se ha convertido en un verdadero lujo.

Nos guste o no, muchos vivimos en La Escalera Infinita. No esperes al final de tu vida para aprender a diferenciar las cosas importantes de las que no lo son.

Disfruta del Camino.

NOTA

*El ansia por los placeres sensuales, el ansia por la existencia y el ansia por la no existencia (Tashi, G. 2006).

Bibliografía:

  • Holiday, R., Hanselman, S. (2016). Diario para estoicos. Barcelona: Editorial Reverté, S. A. 2020
  • Tashi, G. (2006). Las cuatro verdades nobles de Buda. (Wisdom Publications). Barcelona: Ediciones Amara. 2012
  • Triglia, A. Sistema de recompensa del cerebro: ¿qué es y cómo funciona? Psicología y mente. Extraído el 2 de abril de 2021, de https://psicologiaymente.com/neurociencias/sistema-recompensa-cerebro

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