Quién fue Epicteto

Biografía de Epicteto, uno de los más grandes filósofos estoicos

¿Quién fue epicteto?

Saber quién fue Epicteto es algo fundamental para cualquiera que esté interesado en la filosofía estoica. Conocer al filósofo griego ayudará a quien desee adquirir herramientas intelectuales que le ayuden a llevar una vida más coherente, más satisfactoria, independientemente de los acontecimientos que se produzcan a su alrededor. Sus enseñanzas, basadas en los principios estoicos, son un valioso legado de sabiduría al alcance de todos.

Si esta lectura te motiva para profundizar en su sencilla y accesible filosofía de vida, comprobarás que la felicidad depende mucho más de nuestra perspectiva que de las dificultades que la vida nos plantea.

Epicteto esclavo

Imagina que naces siendo esclavo hace casi dos mil años en una ciudad ubicada en lo que hoy es Turquía. Parece obvio que no son las mejores cartas para empezar la partida. Pues bien, así comienza la historia de uno de los filósofos estoicos más importantes de la historia.

Biografía de Epicteto

Mapa antiguo de Hierápolis dentro del artículo Epicteto frases.
Mapa histórico. Hierápolis

El filósofo griego Epicteto, también conocido como Epicteto de Frigia, fue un esclavo que nació hacia el año 55 d. C. en Hierápolis (en la actual Turquía). Años después obtuvo la libertad gracias a su extraordinario talento intelectual y se convirtió en un influyente filósofo estoico amigo del emperador Adriano. Hoy está considerado como uno de los grandes filósofos de todos los tiempos, por lo que cualquiera que esté interesado en el estoicismo debe saber quién fue Epicteto.

Uno de los motivos por los que su mensaje ha resistido magistralmente el paso del tiempo es que no fue concebido exclusivamente para quienes dedicaban su vida a la filosofía, sino que era, y sigue siendo, perfectamente accesible para cualquier mente que decidiera ponerlo en práctica, independientemente de su formación o clase social.

Por este motivo, una estupenda forma de acercarse a la filosofía estoica es a través de las frases de Epicteto, frases que, en ocasiones, sorprenden por su sencillez, pero que siguen siendo un faro para muchas personas que han conseguido mejorar sus vidas más de dos mil años después de que fueran pronunciadas.

Solo hay que despojarlas del contexto cultural propio de su tiempo para darse cuenta de su vigencia y de lo asombrosamente aplicable que resultan en la actualidad.

Hoy vivimos en un mundo en el que el éxito profesional, el dinero, la belleza y la fama son conceptos deseables para la mayoría de la población. Epicteto nos enseña que esos atributos no contribuyen para nada al incremento de nuestra felicidad.

Vivir estoicamente

La filosofía estoica asienta uno de sus principales pilares en el hecho de que no podemos controlar la manera en la que se nos presenta la vida, por lo que el primer paso consiste en aprender a diferenciar entre lo que está dentro de nuestro control y lo que no. Es comprensible que para la mayoría de nosotros sea difícil de aceptar esta circunstancia, debido a la incertidumbre que nos provoca al alejarnos de la tan ansiada seguridad.

Vivir estoicamente significa vivir aceptando esa premisa, lo que se traducirá en una reducción del malestar y la ansiedad.

Cuando veo a un individuo angustiado, me digo: «¿Qué querrá este? Si no quisiera algo que no depende de él, ¿cómo iba a estar angustiado?».

Epicteto.

Los filósofos estoicos se apoyaban en la divinidad para descargarse de esa preocupación. Pero no importa si se trata de Dios, de la naturaleza o de cualquier otro ente que pueda entenderse como la mano que traza nuestro destino.

Lo importante es que, sea como sea, la inmensa mayoría de las cuestiones que tiene que ver con la vida escapan a nuestro control, por lo que la actitud más inteligente es trabajar en las cosas que dependen de nosotros y no preocuparse por las que no.

Esa postura filosófica liberará nuestra mente, nos permitirá vivir más calmados y permitirá que otorguemos nuestro valioso tiempo y energía a las cosas que sí dependen de nosotros. Vivir estoicamente transformará radicalmente la manera que tenemos de ver el mundo.

Un pensamiento estoico

En caso de duda, haz lo que consideres correcto. Los filósofos estoicos nos invitan a realizar siempre la acción correcta, independientemente de a quién vaya dirigida o pueda beneficiarse de ella. En la sabiduría popular española existe el dicho «haz bien y no mires a quién».

¿Hacer lo correcto nos conducirá a una vida feliz?

Epícteto pensaba que . No para congraciarse con la divinidad o para conseguir la admiración de los demás, sino para alcanzar la serenidad personal que nos posibilite obrar con verdadera libertad de acuerdo con lo que somos, y que esta actitud y sus beneficios se mantengan en el tiempo.

«El conocimiento no es más que una brújula, de nada sirve si no lo aplicas, si no te pones en marcha».

La Escalera Infinita

Hay que señalar que para él la teoría no era suficiente, había que ponerse en marcha. El crecimiento progresivo pasa necesariamente por la práctica de las enseñanzas en la vida diaria para alcanzar la excelencia moral como el camino hacia el autocontrol. Se trata de adquirir hábitos que estén en consonancia con nuestros ideales personales.

Principios estoicos

  • Dominar el deseo
  • Cumplir con el deber
  • Tener una percepción adecuada sobre nosotros mismos y nuestras relaciones

Acorde con su carácter humilde, Epicteto supo predicar con el ejemplo.

Sus notorias cualidades intelectuales le granjearon el respeto y la admiración de Epafrodito, su amo, que le llevó a Roma cuando no era más que un muchacho y le envió a estudiar con un afamado maestro estoico llamado Musonius Rufus. Tanta admiración despertó el que finalmente fue liberado.

El gran filósofo griego Epicteto compartió su sabiduría en Roma hasta que alrededor del año 94 d. C. el emperador Domiciano le desterró junto a otros pensadores, por lo que tuvo que trasladarse a Nicópolis (Grecia). Allí fundó una escuela en la que se formaron alumnos tan ilustres como el emperador Marco Aurelio o Flavio Arriano.

Fue precisamente gracias a los escritos de Arriano (Enquiridión y Disertaciones por Arriano) que las palabras del sabio han llegado hasta nuestros días, ya que Epicteto no dejó nada escrito.

Murió en Nicópolis alrededor del año 135 d. C.

Muchos extraemos del legado de Epicteto frases que nos ayudan cada día, como un mantra, a recordar la esencia de una filosofía de vida que, puesta en práctica, puede brindarnos resultados verdaderamente notables. Pero ojalá no te quedes solo con eso y este artículo te haya removido un poco más el interés por Epicteto y por otros autores que he mencionado a lo largo del texto.

Recuerda:

El conocimiento te hará libre.

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